lunes, 25 de mayo de 2015

"La victoria del sentimentalismo en España"

Ayer 24 de mayo tuvieron lugar las elecciones municipales y autonómicas en España, en las que se eligieron a concejales y diputados autonómicos. Electoralmente los resultados muestran un ganador que visto desde diferentes puntos de vista deja en en duda quien fue el ganador de los comicios.
Este articulo no pretende decir el ganador sino dejar ver el nivel que tiene nuestra política en nuestro país.

¿Usted considera que durante la campaña electoral se ha hecho política o no? ¿Cree usted que los ciudadanos han votado conscientemente por unas ideas por las cuales se han visto identificados? ¿ O han votado en base a un sentimiento por el cual se han visto identificados? ¿Considera que el nivel politico ha sido el que España necesitaba?

Para responder a estas preguntas, tendré que contestar a la siguiente pregunta y usted mismo se dará cuenta de las respuestas. 

¿Que es la política?

La política es una lucha lógica de ideas por las cuales se pretende lograr la obtención de un bien común. Es decir, la política debe ser una ciencia en la que los diferentes miembros (en este caso políticos) se preocupen por dar respuesta a los problemas de los ciudadanos exponiendo de una manera lógica y clara cuales son sus propuestas e ideas que deben de llevar a la obtención del bien común. Para ello el político debe creer en lo que expone y defiende, mientras que el votante debe sentirse identificado con ese voto y valorar razonablemente las diferentes opciones que tenía en su mano.

Los medios que se establecen para que haya esa razonable lucha de ideas son los parlamentos, que además deben de ejercer la representación de la ciudadanía. Finalmente la campaña electoral debe ser la base final para la decisión del voto y convencer a los ciudadanos de las diferentes propuestas de los partidos.

Recorrido por la campaña electoral

Si los lectores de este artículo hacen una lectura atrás de los debates, propuestas y calidad de las ideas discutidas, se darán cuenta como la propuesta de ideas se queda a un nivel superficial e impropio de un votante maduro.

El partido que mas ha conseguido entrar en ese nivel superficial es el de Pablo Iglesias, el cual la gran mayoría de respuestas giran entorno una lucha por la pobreza social e igualdad, la lucha contra la corrupción y la mejorar de la democracia sin entrar en: ¿Cómo lo van hacer?, ¿que medios van a poner?, ¿cuanto va a costar?, ¿ A favor o en contra de la constitución? ¿ Que ley electoral? ¿Que modelo de financiación autonómica? ¿ Modelo autonómico, modelo federal o centralista? ¿Como van a pagar la renta básica universal? ¿Cual va a ser su modelo de impuestos?, etcétera etcétera.

A continuación extraigo un extracto de la entrevista concedida a Manuela Carmena, donde se puede ver la utopía de sus medidas sin concretar nada, ni como llevarlo acabo.
Las preguntas que se le realizan son las siguientes ¿Que cambios cree que son necesarios en la capital? ¿Y a nivel nacional?
"Primero, la lucha contra la corrupción y por tanto todo la implementación de medidas de transparencia y rendición de cuentas. En segundo lugar, la lucha contra la desigualdad, y en especial las cuestiones de emergencia ciudadana en torno a la vivienda y la pobreza energética... En tercer lugar, necesitamos un proceso de democratización de la propia institución municipal que se abra a la ciudadanía a través de procesos efectivos de descentralización y participación ciudadana"
fuente: electomania.es 
La cuestión no es si es correcto o no el fondo de la pregunta, sino como piensa llevarlo a cabo.

Politica del sentimentalismo

Podemos no es el único partido que aboga por esa política "agradable al oído del votante", sino que otros partidos también se han sumado a esa "lucha por el cambio" y derribo del PP en las instituciones que gobierna. 
La estrategia es bastante clara: la música debe sonar bien a los ciudadanos, las cuestiones polémicas deben quedar aparte hasta que consigan buenos resultados y cuando sean clave se sumarán por el "cambio" pero no formarán parte de los gobiernos para no quedar manchados de pecado (declaraciones de hoy de Albert Rivera, en las que reconocía públicamente que si apoyase al partido mas votado, no formaría parte del gobierno).

La lucha de ideas y la presentación de propuestas claras al ciudadano, no es la base de los partidos emergentes ni tampoco de los tradicionales. Es necesario alcanzar una política del siglo 21, en la que los ciudadanos debatan las ideas razonablemente y alcancen un diálogo en materias que son esenciales: educación, seguridad, política social, justicia y modelo de estado. Sin implantar las ideas de una mayoría ganadora sobre la otra perdedora en las elecciones.

Actualmente las estrategias de los partidos para conseguir el voto se apoyan en el descontento social (partidos emergentes) y miedo social ( partidos tradicionales) a los partidos emergentes. Es decir en un puro sentimentalismo, que no busca la política razonada por parte de los votantes.

Paralelamente la mayoría de programas políticos para las elecciones fueron expuestos al público en la semana anterior a las elecciones y ello es síntoma de la falta de ideas y la rapidez de propuestas que por triste desgracia muchas veces quedan en simples propuestas inviables desde la propia práctica.
No es propio de una democracia madura esa rapidez a la hora de realizar propuestas,  estas deben nacer de las demandas de los ciudadanos y de las que proponen los políticos.

Nadie realmente ha ganado las elecciones, España pierde credibilidad

Por todo esto, no creo que ayer hubiese un ganador en las elecciones. Con esta forma de hacer política quien pierde es España y todos sus ciudadanos. Ya que se crea una proliferación de partidos, falta de acuerdos y dificultad a la hora de tomar decisiones auspiciado por una política inmadura e impropia de un país como es España.

Esperemos que la regeneración alcance los partidos tradicionales y la lucha de ideales vuelva al seno de la política para poder demostrar al resto de países lo que de verdad somos, o deberíamos ser: una democracia madura.



No hay comentarios:

Publicar un comentario